viernes, 23 de septiembre de 2011

Jueves 22. Llegó el día por fin

Qué largos se nos han hecho estos últimos días. Buscando viajes a Marruecos allá por febrero dimos con Islandia. Qué jaleos se traen estos árabes, oye y mira que sitios más bonitos hay por el Norte y qué tranquilo. Pero qué caro el vuelo....1200 euros y con dos escalas. Pues va a ser que no. Pero casualidades y cabezonería por venir, dimos con Iceland Express, empresa de vuelos que hace vuelos directos desde Reykjavic a diversas partes del mundo entre las que se encuentran nuestro querido Alicante, con su Benidorm, su Calpe, su paella y sus playas. 400 euros y vuelo directo. Pues póngame dos billetes que nos vamos.

En realidad el sueño lejano de poder ver en directo con nuestros ojos, in situ, una aurora boreal, comienza a ser una posibilidad que gana enteros y una de las mejores épocas es octubre. Ya solo falta documentarse de qué se puede ver aquí con la famosa guía de Lonely Planet y el montón de páginas de anteriores viajeros que cuentan sus aventuras.

Dejamos el estrés del trabajo, de la mochila a última hora, de las pilas triple A que no tenemos, del frontal que lo puse aquí pero que ya no está, de la despedida del perro que no quiere que te vayas y te pone ojitos, y llegamos a Alicante. Aeropuerto recién estrenado. Mostrador 16. Destino Keflavik. Una larga cola de Islandeses puntuales nos espera. Aquí el que no es rubio es trasparente. Ni un pelo castaño entre todos nuestros vecinos de vuelo. Nosotros nos sentimos como dos Congoleños en pleno Finlandia....pero en Alicante. Pero parecen majos. Acaban de pasar un verano a "tutiplen" y con lo barata que está la sangría en España van todos contentos.

El avión, más o menos como todos los aviones, pero con las paredes forradas con unas alfombras como de lana de reno, con unos dibujicos de casitas, muy monos, que le da un toque rural a tanto europeo del norte. Antes del despegue, la azafata da una especie de entre ladridos y mehetragaounhuesodeaceituna, qué resultaron ser las normas de seguridad del avión. Menos mal que nos las habían contado en otras ocasiones en español, pq con este idioma, como para tener un accidente.

Despegue perfecto, sueño de 5 horas, ni un vasito de agua gratis, y aterrizaje en Keflavik perfecto. Ya hemos llegado

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